MARCAR LA DIFERENCIA CON MOMENTOS DE FELICIDAD

Lo que empezó como un refrescante baño en un soleado día de verano en Albufeira, acabó en la más absoluta soledad y en un estado de pánico en la UCI de un hospital de un país desconocido. Esto es lo que le pasó a Jaap Bressers. Solo tenía 21 años, pero ya con un futuro brillante ante sí. Un futuro que se vio truncado con un solo crujido de su cuello. El diagnóstico fue una lesión medular profunda y Jaap quedó en estado de parálisis desde la altura del pecho.

¿Pero qué tiene que ver todo ello con la fundación ‘Carlosmomentjes’? “Absolutamente todo”, comenta Jaap. “Porque de pronto, durante el turno de noche y mi enésimo ataque de pánico, ahí estaba el hermano Carlos. Él supo evaluar la situación, se acercó a mí, me puso la mano en el hombro y me dijo: "It’s okay". Ese momento cambió mi vida. Y me dio justo el empujón que necesitaba para darme cuenta de que seguía vivo.”

En cada uno de nosotros hay un Carlos

Diez años después, Jaap se atreve a llamar a su salvador para darle las gracias. Para Carlos era sólo su trabajo, pero sólo entonces se dio cuenta de que aquel "simple gesto" había sido de importancia vital para Jaap. Y así, ‘Carlosmomentjes’ se convirtió en realidad. Y lo mejor es que ¡cualquiera puede hacerlo! Algo muy sencillo y cada uno a su manera, porque en cada persona hay un hermano Carlos.

¿Qué hacen Jaap y su fundación exactamente?

Mejor preguntar: ¿qué es lo que NO hacen? Jaap se ha convertido en un conferenciante e inspirador muy solicitado. Ha creado una red de inspiración para emprendedores, ha desarrollado lecciones de felicidad para las escuelas primarias y tiene en su haber dos libros de éxito, parte de cuyos beneficios se destina a plantar árboles. Regala vacaciones en la Casa Carlos (Carloshuis) a personas sin recursos y pone a personas entrañables en el centro de atención con flores y un verdadero premio al cariño. También anima a la gente a que sean ellos mismos que marquen la diferencia para otra persona, compartiendo ejemplos magníficos a través de su propia aplicación especial para la felicidad. Con la app las personas comparten y se animan mutuamente a realizar acciones sencillas y valiosas. Y el impacto sigue creciendo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hacer el bien significa multiplicar

Superhéroes, una app y algo fresco. Estos son solo tres ejemplos de momentos felices que se han compartido en su plataforma y que se multiplican. Por ejemplo, Mieke, que en un día de mucho calor invitó al cartero a un helado de color rosa. O Fleur, que envió un mensaje dándole ánimo a un compañero de clase que había perdido a su abuelo. Y los limpiadores de los cristales del hospital infantil de Utrecht que actualmente trabajan vestidos de superhéroes, provocando un montón de caritas felices. Hacer el bien no es tan difícil y un pequeño gesto produce una gran felicidad. Además, teniendo en cuenta que las cosas negativas requieren tres veces más atención que las positivas, ¡ya sabe lo que tiene que hacer!

¿Cómo puede ayudar a ‘Carlosmomentjes’?

Aunque la fundación no es una organización con ánimo de lucro, sí tiene grandes ambiciones y cualquier contribución a tal fin es más que bienvenida. Todo lo recaudado se destina a la fundación y en la web carlosmomentjes.nl/ikwilhelpen se detallan todas las opciones. Por tanto, no deje de visitar la web y encuentre toda la información que busca.

Algo que también puede hacer es proporcionar un momento de felicidad a su vecino, su madre, su tía, su dentista o su cartero o simplemente sonreírles. Y no olvide descargar la app gratuita de la felicidad para aportar la necesaria dosis de positividad a su vida.

 

www.carlosmomentjes.nl